La procesión del Corpus Christi de 2019 en Tajamar ha tenido el encanto de todos los años. Más, se podría decir, porque este año ha habido un altar más que se colocó junto al burrito y se recordó a don Rodrigo. El capellán del colegio, don Alejandro, hizo alusión a que “don Rodrigo siempre veía la procesión desde el balcón que hay junto al último altar. Hoy la estará viendo desde el balón del Cielo y sonreirá, como siempre”.

Una procesión que crece

Año tras año, la procesión del Corpus va tomando cuerpo en Tajamar. Muchos padres y madres participan con sus hijos. Algunos en la preparación de altares, alfombras o motivos decorativos. Otros muchos con su presencia en la procesión.

En esta ocasión, además del altar del burrito, hubo otra novedad: la alfombra del último altar se hizo con sal tintada. “Da un color más vivo que el serrín y pesa más, así es que si hace viento es más difícil que se vuele”, decía Juanjo, jefe del equipo de Secretaría. Ellos se encargaron de hacerla.

En la procesión del Corpus acompañan al Santísimo un grupo de niños y niñas de Tajamar y Los Tilos que han hecho este año su Primera Comunión. También lo hacen, abriendo la procesión, alumnos de 2º de ESO que recibieron la Confirmación en el mes de mayo. Junto a ellos estuvieron también unos representantes de la Hermandad de Los Gitanos, una cofradía muy conocida de la Semana Santa madrileña. El nombre completo es Hermandad Carmelitana de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias.

Una fiesta de la familia Tajamar

Las canciones del coro fueron seguidas con facilidad por los asistentes gracias a la hoja que se editó y en la que se explicaba el recorrido, las personas que actuaban y las canciones que se cantaban. Los alumnos de 1º y 2º de Primaria también cantaron una canción en el altar situado en Versalles.

Nacho San Román dirigió una oración a Dios al finalizar la procesión del Corpus: “queremos dirigirnos a ti tomando prestadas las palabras que el beato Álvaro del Portillo, que tanto quería a Tajamar, te repetía muchas veces en días como hoy: «gracias, perdón y ayúdame más»”.

Nacho, que ha sido director de Tajamar hasta hace una semana, terminaba la oración a Dios pidiendo “perdón por tantas veces como te ofendemos, te olvidamos y por aquellas ocasiones en nos maltratamos unos a otros o nos tratamos con indiferencia (…) Ayúdanos estando muy presente en nuestro colegio y en nuestras familias”.