El inicio del curso escolar 20/21 se ha completado en Tajamar de un modo seguro. Nadie quiere un segundo confinamiento: ni familias, ni alumnos ni tampoco los profesores. Por eso, todos han puesto de su parte para que la vuelta al cole se haga de la mejor forma posible.

La dirección del centro estuvo trabajando desde el mes de junio en acondicionar las instalaciones: señalética, delimitación de zonas de seguridad, instalación de dispensadores de papel e hidroalcoholes. Un gran cartel, colocado en la entrada principal del colegio, con el título Tajamar seguro anuncia las principales medidas que se deben adoptar para evitar contagios.

También se elaboró un protocolo anti-COVID que se transmitió al personal del centro y familias. Carmen Cuenca, madre de un alumno de Infantil, decía a la directora que “ha sido esencial que el centro nos haya expuesto de manera clara y concreta todas las medidas adoptadas. Es una tranquilidad saber desde el primer día que tenéis aplicados los protocolos oficiales. Los niños están encantados con la vuelta al cole”.

Inicio de curso seguro y escalonado

El escenario 2 previsto por la Consejería de Educación de Madrid disponía que la incorporación de los alumnos fuese escalonada. Antes, todo el personal del centro se hizo las pruebas serológicas de la Comunidad de Madrid, para asegurar que no hubiese ningún positivo entre ellos. Fue otra medida para que el inicio de curso se hiciera de modo seguro.

Desde el primer día de clase la entrada de alumnos fue ordenada y mantuvo la distancia de seguridad. Lógicamente, el uso de la mascarilla era obligatorio. Esos días todos los profesores esperaban a su clase en la entrada del colegio y luego se dirigían al aula.

En Tajamar se optó por garantizar la distancia de 1,5 m en vez de reducir los grupos de clase. Esta otra opción hubiera sido mucho más complicada, sobre todo para los 5 o 6 alumnos que deberían dejar su clase. Solo hubo una excepción en lo relativo a la organización de estos grupos estables de clase. Fue en 3º de Infantil, por lo que hubo que desdoblar las aulas formando 4 grupos estables de convivencia de 20 alumnos.

Medidas de higiene

A todos llamó la atención la enorme sensibilidad mostrada por los alumnos respecto a las medidas de higiene. Fueron más recordadas que la tabla de multiplicar, pues de su cumplimiento depende la salud de todos. Resumimos a continuación algunas de ellas:

  • Entrada al colegio por los pasillos de seguridad (derecha, entrada; izquierda, salida)
  • Uso de gel hidroalcohólico al entrar y salir de clase.
  • Respeto de la distancia de 1,5 m.
  • No deporte de contacto.
  • Cada grupo estable de clase tiene una hora prevista para el uso del cuarto de baño.
  • No traer juguetes ni llevar fichas a casa (infantil).

Clases presenciales y semipresenciales 
El escenario 2 también afectaba a la presencialidad de los alumnos. Infantil, Primaria y 1º y 2º de ESO tienen clases presenciales. Sin embargo, a partir de 3º ESO hasta Bachillerato y FP, las clases son semipresenciales. En cada aula se ha instalado una cámara que graba la clase que el profesor da presencialmente a los alumnos que ese día les toca venir al colegio. Esto permite que sea retransmitida por Meet a aquellos otros alumnos que ese día la tienen online.

De este modo, se hacen compatibles las clases presenciales y online y se evitan trastornos para docentes y alumnos, que siguen con normalidad el contenido y horarios. Además, si un alumno tiene que confinarse pueda hacerlo sin perder ritmo de clase.

Comedor
Otro de los puntos importantes en la reorganización del colegio en este inicio de curso tan atípico ha sido el del comedor, un lugar de gran afluencia en la anterior normalidad. En el caso de infantil, los alumnos de 1 y 2 años comen en sus respectivas aulas. En cambio, los de 2º ciclo lo hacen en el comedor, pero respetando la distancia entre distintos grupos estables de convivencia y cada alumno tiene su puesto fijo en el comedor.

El comedor de Primaria y Secundaria se amplió aprovechando dos aulas que tiene el edificio en la planta baja. Cada clase entra al comedor, por turno, y se dirige directamente a su mesa. Allí encuentra la comida servida para que no haya manipulación de alimentos. Tanto en Infantil como el resto del colegio, los alumnos no recogen su bandeja y salen del comedor en orden, por grupos estables de convivencia.

Recreo
Un momento sensible para los alumnos es el del recreo. Los alumnos de Infantil, al tener un patio para cada clase, pueden disfrutar del recreo sin mezclarse con otras clases. En cambio, Primaria optó por no hacer recreos y ampliar el tiempo de descanso entre clase y clase. Para el tiempo de recreo posterior a la comida, se han delimitado zonas para cada clase. En ellas pueden hacerlo sin mezclarse y están acompañados por sus profesores.

Secundaria y Bachillerato sí que tienen recreos y sorprende ver cómo los propios alumnos se organizan en grupos reducidos que conversan amigablemente, a distancia y con mascarilla. Hay que reconocer, no obstante, que la amplitud del colegio facilita la distancia social.

La percepción de los padres

Muchas familias han escrito al profesorado y a la dirección para trasladar su sentir ante las medidas adoptadas por Tajamar y su aplicación en cada sección del colegio. Juan Carlos y Beatriz, padres de 2° D de Primaria, daban “la enhorabuena por cómo se ha desarrollado el primer día de clase. Los niños han vuelto muy contentos. Si podemos ayudar en algo no dudes en decírnoslo”.

Algunos, como Julio Ortiz, con un hijo también en Primaria, aportaba ideas: “dentro del colegio están muy bien organizadas las cosas, pero fuera la recogida está siendo un poco caótica: la gente se apelotona y no guarda la distancia de seguridad , así que todo el esfuerzo que estáis haciendo en el colegio no vale de nada si no respeta también fuera. Tal vez podríais recomendar que, en la recogida, se formen cuatro filas, dos a la izquierda A/B , y dos a la derecha C/D”.

Y otros, como Francisco Bello, hacían autocrítica y felicitaban a los alumnos: “El único pero no es al colegio, sino a los padres que tantas veces exigimos al centro todas las medidas de seguridad posible y somos los primeros que no las respetamos, haciendo corrillos cuando dejamos a nuestros hijos. Creo que deberíamos aprender de nuestros hijos”.

La implicación del profesorado en una situación así no ha pasado inadvertida a las familias. Miriam Correas, madre de dos antiguos alumnos y un hijo en Infantil valoraba “haber hecho de este comienzo de curso tan atípico y lleno de incertidumbres algo sencillo y entrañable. Las medidas que habéis tomado en cuanto a la forma de entrar por clases (haciendo de la toma de temperatura un momento más de aprendizaje y juego), y el recorrido de las salidas usando las puertas posteriores , nos ha dejado muy tranquilos a los padres ya que nos hacemos a la idea de cuánto se está cuidando las medidas para evitar los contagios en el colegio”.