1. Todo el colegio puede reciclar si se conciencia

Si quieres que en tu colegio haya un mayor compromiso con el medio ambiente y se fomente un programa de reutilización, reciclado y reducción del consumo es importante saber las razones para emprenderlo. Estos motivos deben llegar a los aulas, familias, profesores y no docentes. Te dejamos algunas ideas para que medites y establezcáis vuestros motivos.
– Cada año llegan a los mares y océanos ocho millones de toneladas de plástico. Es decir, 800 veces el peso de la Torre Eiffel.
– El vidrio tarda 4.000 años en desaparecer, una pila entre 500 y 1.000 años en degradarse, 150 años una bolsa de plástico, los envases de tetrabick tardan 30 años y un simple chicle tarda 5 años.
– Existen organizaciones como Ecoembes que pueden ayudarte con la concienciación e implementación de un plan en tu colegio.

2. Larga vida a la reutilización de papel

En los colegios empleamos el papel para la labor didáctica. Una vez utilizados podemos seguir prologando su vida útil recopilándolos todos en un cajetín que podemos instalar en la sala de fotocopias o en las clases para que los alumnos puedan emplearlo como papel en sucio. Además, siempre que sea posible, podemos utilizar papel reciclado en nuestras actividades.

3. Instala papeleras de reciclaje en puntos accesibles

Es importante que los alumnos puedan reciclar en la propia aula ya que debe ser un gesto cotidiano y familiar. De ahí que las papeleras tienen que estar a su alcance. Igualmente es buena idea que haya papeleras para papel en la sala de fotocopiadoras y en la secretaría.
Azul para el papel que ya no se puede reciclar y el cartón.
Amarillo para los envases metálicos, briks y envases de plástico.
Tóneres y pilas. Puedes instalar un contenedor para tóneres de impresora y otro para las pilas.
Marrón es para el orgánico y los residuos biodegradables.
Restos. En él irán todos los residuos que no se puedan clasificar en los anteriores.
Ropa. En Tajamar hemos instalado uno gracias a Cáritas donde poder depositar ropa para que se le puede dar más usos.

4. ¿Y por qué no visitar una planta de reciclaje con tus alumnos?

Visitar una planta de reciclaje o un punto limpio ayudará a los alumnos y profesores a tener más información, sensibilización y concienciación ambiental. Conocerán la realidad en primera persona y en estas instalaciones explicarán el desafío de los residuos adaptándose a la edad de los alumnos. Seguro que será una visita que no olvidarán y que los alumnos agradecerán.

5. Propón traer el aperitivo y la merienda en táper

Los alumnos están en edad de crecer, y es importante que coman sanamente en el recreo y al salir del colegio. ¿Qué tal si esos alimentos los transportan en un táper? Esto nos ayudaría a no generar más residuos con los materiales que solemos utilizar para envolverlos como el papel alumínico y plástico que son materiales que duran más de 100 años en desaparecer y, sin embargo, sólo los van a utilizar para un momento breve como es el transportar un aperitivo o merienda al colegio.

6. Motivar y responsabilizarnos conociendo casos de éxito

¿Conoces al joven Boyan Slat? Es un joven holandés que a sus 16 años empezó a soñar con cómo limpiar el plástico de los océanos. Su trabajo y esfuerzo ha puesto en marcha el proyecto ‘The Ocean Cleanup’, una herramienta que sirve para recopilar el plástico y los residuos en suspensión que ensucian los océanos y dañan a los seres vivos. Él, junto a otros muchos jóvenes, es un gran ejemplo para toda la comunidad educativa. Su ejemplo nos ayuda a que seamos más conscientes de que todos podemos cambiar la situación sin que importe la edad.

7. Leer y trabajar la Encíclica Laudato Si

El papa Francisco redactó un documento que se llama encíclica que lleva por título ‘Laudato si’. En él nos explica la importancia de cuidar y respetar la casa común que es la Tierra. Lo puedes descargar o consultar online. Aquí te dejamos algunos puntos destacados:

San Francisco de Asís “manifestó una atención particular hacia la creación de Dios y hacia los más pobres y abandonados. Amaba y era amado por su alegría, su entrega generosa, su corazón universal. (…) En él se advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior”. (10)

“Los jóvenes tienen una nueva sensibilidad ecológica y un espíritu generoso, y algunos de ellos luchan admirablemente por la defensa del ambiente, pero han crecido en un contexto de altísimo consumo y bienestar que vuelve difícil el desarrollo de otros hábitos. Por eso estamos ante un desafío educativo.” (209)

“Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos”