“Gracias a este centro por generar certezas en la actividad profesional y en la calidez humana”, dijo la presidenta del Consejo escolar de la CAM a los 170 egresados de Bachillerato y Grado Medio de Tajamar, en la clausura del acto de graduación celebrado el 15 de febrero.

La Presidenta aludía con estas palabras a un recuerdo personal: la segunda vez que oyó hablar de Tajamar. “trabajaba para la cooperación española en un proyecto de edición de libros con el ministerio de Educación de Angola. Teníamos que formar a un grupo de funcionarios de ese Ministerio y el responsable del proyecto, Luis Novoa, me dijo que enviase a Tajamar a los funcionarios angoleños que queríamos formar. Allí recibirían una formación de calidad y, además, se les haría un seguimiento cercano. Reconozco que tuve ciertas dudas, porque no supuse que se les pudiera hacer ese seguimiento. Sin embargo, la seguridad con la que Luis Novoa lo afirmó y el resultado que luego obtuvimos, me impresionaron. Gracias por vuestra solidaridad y por generar certezas en la actividad profesional y en la calidez humana”.

Jóvenes y ya con experiencia

La graduación de alumnos se celebra en el mes de febrero, en torno a la fecha del aniversario del inicio de Tajamar (13 de febrero 1958). Las familias de los egresados abarrotan el salón de acto del colegio, emocionadas al ver a sus hijos terminar una etapa escolar que, en muchos casos, ha durado 15 años. La misma emoción, aunque contenida, se traslucía también en el rostro de los profesores y, sobre todo, de las profesoras de infantil. Ellas habían sido las primeras en recibirles en Tajamar cuando apenas tenían 3 años.

Durante el acto, los delegados de Humanidades e Impresión Gráfica dirigieron unas palabras en nombre de los alumnos. El primero en hacerlo fue Xiang Dong (Humanidades). Señaló que “somos una generación que moverá montañas, aunque de momento nos conformaremos con mover pequeñas piedras. Sin embargo, nuestro futuro comienza aquí”. En su discurso, Xiang aludió a algunas de las experiencias vividas durante estos años: “a nuestras espaldas llevamos una pandemia, Filomena, e incluso presenciamos el inicio de la guerra en Ucrania; así que podemos decir que hemos visto de todo. Gracias también a todos, por estos hermosos años vividos, por esos partidos de fútbol que siempre acababan en piques, por las risas y por esos “relajantes” momentos previos al examen de Historia…”.

Rafael Montalvo (Impresión Gráfica), recordó que “en estos años han sido muchas las horas escuchando; pero, tan importante o más, son las muchas horas en las que hemos sido escuchados: esto es lo que hace Tajamar diferente, preocuparse de cada uno de sus alumnos, a través de los profesores y, particularmente, del preceptor”. Resumió en una frase la educación recibida: en estos años de formación profesional: “hemos aprendido a trabajar en equipo, a dominar diferentes técnicas, a comportarnos como buenas personas y buenos profesionales. A veces con momento duros, otras entre risas”.

Familias, profesores e instituciones

En el acto de graduación siempre se reconoce, en la figura de algunas personas, el trabajo de todos aquellos que han intervenido en la tarea educativa de los alumnos: la familia, el profesor y las instituciones.

En esta ocasión, los reconocimientos fueron para la familia Barrio Bielsa y para Luis Elejalde Caballero. Este último cumplía 25 años en Tajamar y sus palabras fueron dirigidas a “tantas personas que me han ayudado a crecer personal y profesionalmente en Tajamar. Primero a mi mujer y, luego, a tantos profesores: Lázaro, Paco, Juanma…por citar algunos”. Además de profesor de Educación Física, Luis es también el director técnico del Club Deportivo.

Por último, durante el acto de graduación se concede la Beca de Honor de Tajamar a instituciones destacadas por su trabajo en favor de la tarea educativa. En 2023 las instituciones premiadas fueron la Fundación Sociedad Europea de la Educación, Cáritas Diocesana Madrid y la Fundación Altamar Cam. Por parte de la Sociedad Europea de la Educación recogió la Beca su Presidente, Miguel Ángel Sancho, que también fue director de Tajamar entre los años 78 y 84; por parte de Cáritas, lo hizo Pilar Algarate Velasco, Secretaria General; y, Aldara Fernández de Córdova, como Presidenta de Altamar Cam.

Miguel Ángel Sancho dirigió unas palabras en nombre de los becarios de honor e hizo una reflexión sobre la constante actualización de Tajamar mientras mantiene su esencia: “lo que permanece es el espíritu de Tajamar: alegría, libertad, buen humor, ambiente de familia que invita a volver porque te sientes a gusto. Yo soy el que está agradecido a Tajamar. Cuando llegué aquí me encontré con personas de gran categoría humana y profesional, como Pelegrín Muñoz, a Alfonso Magdalena, Julio Barrilero, Martín Vía, don Rodrigo, Lázaro Linares…de los que he aprendido tanto”.

Y cerró su intervención con una frase de su abuelo, catedrático de derecho y diputado republicano en los años 30 del siglo XX, y que fue profesor de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Su abuelo, cuando vio Tajamar al cabo de los años, le decía: “esto es una utopía hecha realidad”.