Un año más, los alumnos de 2º ESO han tenido la oportunidad de asistir a la actividad del Camino de Santiago organizada por el colegio durante los días del puente de Todos los Santos entre el 28 de octubre y el 1 de noviembre. Es la séptima edición de esta actividad y en esta ocasión han participado un total de 85 personas entre padres, profesores y alumnos. De ellos, 26 personas eran padres. Esta edición ha sido una de las más numerosas, lo cual quiere decir que es una actividad entrañable y muy querida por parte de las familias.

Son muchas las cosas que se podrían decir, pero como he señalado en alguna otra ocasión, lo importante es la experiencia que cada uno haya sacado de la misma. Aquí cada uno ha aportado su parte: los profesores han organizado la actividad, los padres han aportado experiencia y ayuda, y los alumnos han colaborado ofreciendo alegría, entusiasmo y, por qué no decirlo, afán de superación en algunos casos en los que el hecho de terminar la etapa requería un esfuerzo.

Particularmente destaco lo importante que supone esta iniciativa para reforzar el vínculo entre padre e hijo, para iniciar un camino de conversión y de diálogo con el Señor o para reforzar la comunicación entre padre e hijo. Hubo muchos momentos importantes en los que uno se encuentra consigo mismo y con el Señor inundados de hermosos paisajes gallegos.

Una vez más el camino nos ha dejado huella y momentos inolvidables a la hora de ver la sonrisa de los hijos acompañando a sus padres, colaborando todos a la hora de preparar la comida después de una intensa caminata o viendo la cara de sorpresa al contemplar  el balanceo del popular el botafumeiro a lo largo de la nave crucero de la catedral de Santiago. También tuvimos ocasión de hacer el particular abrazo al Santo Apóstol y de tener una visita guiada para ver las cubiertas de la catedral. Mención especial merece nuestro guía particular, Arturo Cañamares, profesor de religión del colegio, que nos explicó toda la historia del Camino de Santiago desde sus orígenes

Sin más, hay que dar las gracias a profesores, padres y alumnos por hacer de esta actividad lo que es, es decir, un momento para hacer amigos, ayudarnos mutuamente y rezar al apóstol Santiago para que nos ayude a hacer realidad en nuestro día a día todos los buenos propósitos que surgen a lo largo del camino.

RAÚL PASCUAL

(Coordinador de 1º y 2º ESO)