Tradicionalmente, la Iglesia celebra este mes el Día de Todos los Santos (1 de noviembre) y dedica el resto del mismo a rezar, de modo especial el día de los difuntos (2 de noviembre), para rezar por todos ellos, especialmente los familiares y amigos.

Es una costumbre cristiana de hace siglos. Por eso, a lo largo de todo el mes de noviembre, muchas personas acuden al cementerio para rezar por ellos y sentir más cerca su compañía. Es un deber de justicia y agradecimiento por todo lo que hemos recibido de ellos.

Tajamar es también una familia donde los alumnos y antiguos alumnos y profesores se encuentran como en casa. De tal manera que, aunque hayan terminado su paso por el centro, siempre son recordados, más si cabe aquellos que han fallecido.

Se han previsto varios momentos en los que rezar y ofrecer sufragios o indulgencias por todos los difuntos. Uno de ellos es la misa funeral que se celebrará el miércoles 3 de noviembre a las 19.30 en el oratorio del colegio. En el formulario cuyo link se adjunta puedes enviar el nombre de la persona por la que quieres que recemos en Tajamar y ofrezcamos misas en sufragio por ellos durante las que tengan cada curso del colegio a lo largo de las semanas de noviembre. Además, puedes indicar si asistirás a la misa funeral del 3 de noviembre, lo que ayudará a preparar muy bien el oratorio: https://forms.gle/b1nr9ayyCV7Mp1QF8

¿Cómo ganar indulgencias por los difuntos?

Las indulgencias ayudan a todos los difuntos que están en el purgatorio terminando de purificarse para ir al Cielo. La indulgencia es una remisión de la pena temporal infligida por los pecados cometidos pero que ya han sido perdonados. Dentro de esta pena temporal están incluidas también la eliminación de todo residuo de culpa y la huella negativa que los pecados dejan en el alma.

Misa del Dia de Todos los Santos en Tajamar
Este vínculo entre nosotros y las almas del purgatorio se basa en la comunión de los santos, verdad que profesamos en el credo. Es también, como se ha dicho, otra ocasión para tener en cuenta el destino final de cada uno, lo que en los Libros Santos se llaman Novísimos, es decir, las cosas que sucederán al hombre al final de su vida, la muerte, el juicio, el destino eterno: el cielo o el infierno. La Iglesia los hace presentes de modo especial durante el mes de noviembre. A través de la liturgia, se invita a los cristianos a meditar sobre estas realidades.

Para ganar una indulgencia plenaria se necesitan las siguientes condiciones: estar bautizado, no excomulgado; tener la intención de ganarla; estar en estado de gracia (la confesión); la comunión eucarística; rezar según las intenciones del Papa. Bastará un Padrenuestro, un credo, un Ave María y un Gloria; y haciendo una obra de caridad o de penitencia.

El día de mi santo preferido

El Día de Todos los Santos es una fiesta eminentemente religiosa. No solo en España, sino en la mayor parte de países de tradición cristiana, el primero de noviembre es un día en el que se homenajea a los santos, conocidos y desconocidos. En Tajamar también, como colegio concertado con educación religiosa que es.

San Agustín, Santa Gema, San Lucas, Santa Teresa de Calcuta, San Josemaría y San Isidro son algunos de los santos retratados por los alumnos y que se podían ver por los pasillos de las clases. Las familias preparan unos murales -algunos muy trabajados- con una breve biografía, frases, virtudes y un dibujo del personaje al que admiran por su ejemplo de fe cristiana, , aunque muchos de los alumnos eligen el santo que lleva su nombre, como Andrés Tauler y Nicolás Zapata.

Nicolás reconoce que le gustó “ver cómo san Nicolás ayudaba a los niños llevándoles regalos”. Andrés Tauler dice que le gusta la generosidad de san Andrés, “que repartió unos panes y unos peces con un pobre”. Preguntados si creen que ellos puede ser santos responden que sí, aunque uno de ellos reconoce que “tengo que aprender a pedir perdón más veces”. Pero se les vio animados para alcanzar ese objetivo porque los santos no son personas “raras”. Ser santo no es algo difícil y está al alcance de cualquiera. Todos los bautizados somos llamados a ser santos.

Otros, sin embargo, eligen el santo del que han oído hablar mucho en su casa. Es el caso de Samuel Medrano, que eligió a San Juan Pablo II, porque sus padres participar0n en una jornada de la juventud de las muchas que convocó este Papa.

Los santos preferidos fueron presentados en una exposición que se colocó en el salón de actos y todos votaron al “mejor”, de entre los 24 presentados. Antes habían asistido a la Misa que se celebró en la cripta del colegio con motivo de la Solemnidad del Día de Todos los Santos.