Lecturas para adolescentes de 1º y 2º ESO

Charlie y la fábrica de chocolate, Roald Dahl.

El señor Wonka ha escondido cinco billetes de oro en sus chocolatinas. Quienes los encuentren serán los afortunados que visiten su magnífica fábrica de chocolate. Charlie tiene la suerte de encontrar uno de ellos y, a partir de ese momento, su vida cambiará para siempre

 

Manolito Gafotas, Elvira Lindo.

Manolito Gafotas, como lo conocen todos en su barrio de Carabanchel (Alto), es un niño dicharachero que vive con sus padres, su abuelo Nicolás y su hermano pequeño, el Imbécil, y que siempre está dispuesto a contar su visión de las cosas. Junto a su mejor amigo, el Orejones López, y su mayor enemigo, el chulito Yihad, la vuelta al colegio Diego Velázquez se convierte en una aventura. La llegada de un nuevo compañero, Paquito Medina, una cita en el Árbol del Ahorcado con Susana o el cumpleaños más feliz del abuelo Nicolás son algunos de los acontecimientos memorables del primer libro de Manolito Gafotas.

 

El camino, Miguel Delibes. 

Daniel el Mochuelo intuye a sus once años que su camino está en la aldea, junto a sus amigos, sus gentes y sus pájaros. Pero su padre quiere que vaya a la ciudad a estudiar el Bachillerato. A lo largo de la noche que precede a la partida, Daniel, insomne, con un nudo en la garganta, evocará sus correrías con sus amigos —Roque el Moñigo y Germán el Tiñoso— a través de los campos descubriendo el cielo y la tierra, y revivirá las andanzas de la gente sencilla de la aldea. La simpatía humana con que esa mirada infantil nos introduce en el pueblo, haciéndonos conocer toda una impresionante galería de tipos y la fuerza con que a través de rasgos frecuentemente caricaturescos se nos presentan siempre netos y vivos es uno de los mayores aciertos de esta novela.

Lecturas para adolescentes de 3º y 4º ESO

Las aventuras de Sherlock Holmes, Arthur Conan Doyle

Sherlock Holmes había dado ya muestras de su genio en Estudio en Escarlata y en El signo de los cuatro, pero los lectores no se dieron cuenta de su genialidad. Entonces a Conan Doyle —¿a Watson?— se le ocurrió la brillante idea de pasear al detective por una serie de relatos cortos. Empezó publicándolos en la revista Strand en julio de 1891. En octubre, cuando sólo se habían publicado tres historias, los editores le imploraban más aventuras de Holmes, el público agotaba las ediciones y Doyle subía sus tarifas. La presión del público era tal, que antes de terminar los doce relatos que componen este volumen, el autor empezó a acariciar la idea de acabar con su criatura.

 

La princesa prometida, William Goldman

La bella Buttercup jura amor eterno a Westley, que parte en busca de fortuna y es asesinado por unos piratas. La doncella, obligada, se promete al príncipe Humperdinck de Florin, un bellaco al cual sólo le interesa la caza. El mejor esgrimista, el hombre más inteligente y el más fuerte del mundo son contratados por los enemigos de Florin para raptar a Buttercup.

 

Yo, robot, Isaac Asimov

Una investigación llevada a cabo por un periodista acerca de la trayectoria de la robopsicóloga Susan Calvin da pie a los nueve relatos que componen esta novela. Publicada cuando la electrónica digital estaba en su infancia, “Yo, robot” resultó ciertamente visionaria. Aquí formuló Isaac Asimv por primera vez las tres leyes fundamentales de la robótica, que rigen el comportamiento en los diferentes conflictos que se presentan entre humanos y robots, que se convertirían en una de las piedras angulares de la ciencia ficción. La modernidad y éxito de este libro se explica por la audacia en la composición y por la aplastante lógica en sus reflexiones, que se adentran en el campo de la ética y de la psicología. “Yo, robot” es uno de los pocos títulos de ciencia ficción que han superado con amplitud el círculo de lectores especialmente aficionados, entre los que a menudo se considera una obra cumbre. Su influencia y la de las tres leyes de la robótica en ella enunciadas es muy notable y ha servido de inspiración para incontables novelas, cómics y películas.