Chema Martínez BACH’07 forma parte de Alumni Tajamar y ya en la universidad gracias a una beca comenzó a recorrer el mundo. Estudió Ingeniería Superior Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid y actualmente trabaja como Ingeniero de Proyectos en GEA Process Engineering Inc., en la industria de la alimentación (Food & Beverage). Hemos entrevistado a este alumni para que nos cuente su experiencia alrededor del mundo y nos hable de la impronta que dejó Tajamar en su vida.

P. Has viajado por todo el mundo por cuestiones laborales ¿Nos haces un repaso de tus destinos y las labores que has desempeñado?

La primera vez que salí de España fue para cursar mi último año de carrera en Bucarest, con una beca Erasmus. Más tarde he estado trabajando en España, en Arabia Saudí (montando una fábrica de productos lácteos), en Puerto Rico (batidos, zumos y leche) y ahora estoy en Estados Unidos.

P. ¿Ahora qué haces en EEUU y más concretamente en Wisconsin? ¿A qué te dedicas?

La empresa para la que trabajaba en España tiene una subsidiaria en Wisconsin y necesitaban ingenieros con experiencia para desarrollar proyectos en los Estados Unidos, Canadá y Méjico, principalmente. Ahora mismo estoy trabajando en dos proyectos, uno en el que hacemos té y otro para una empresa de productos lácteos.

P. ¿Qué te ha aportado Tajamar como persona y profesional?

Creo que Tajamar te enseña unos valores que son muy importantes en el mundo laboral: sentido de la responsabilidad y el trabajo bien hecho. Por otro lado, creo que lo fundamental es que te aporta unos valores personales y morales que no son fáciles de ver en este entorno: respeto a los demás, saber que tu éxito no vale para nada si lo has logrado a costa de los demás y no con ellos, conocer los límites que no debes traspasar aunque de eso dependa lo que se malinterpreta como éxito en un proyecto.

P. Cuéntanos una anécdota de cuando estudiaste en Tajamar.

Siempre recuerdo con algún amigo cuando don Rodrigo nos decía que en la vida hay que tener “pesquis”, acompañándolo de un gesto indescriptible con los dedos; con los profesores, con el trabajo, con la novia, con desconocidos… “pesquis”. Nunca supimos definirlo exactamente, pero sabíamos lo que nos quería decir, y tenía toda la razón. Los que han tenido la oportunidad de conocerlo seguro que lo han escuchado.

P. ¿Qué consejo le darías a un alumno de Bachillerato respecto al mundo profesional?

Que no tenga prisa por crecer, que aprenda todo lo que pueda de cada situación en la que esté, todo es útil y todo viene bien. Todos queremos hacer lo que nos gusta, pero no siempre es posible y tenemos que adaptarnos a lo que tenemos, sacando todo el jugo de esa situación. Eso sí, creo que es importante tener un objetivo claro e intentar que todo lo que hacemos nos sirva para llegar ahí. Sólo de esa manera pasaremos de hacer algo que no nos parecía interesante a darle un sentido y terminar haciendo algo que nos apasiona. Y que no todo vale para llegar al objetivo, es importante estar en paz con uno mismo.  Ánimo, que todo llega.